miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cerebro y LSD: Nicholls y Vollenweider


Los efectos fisiológicos del LSD son mínimos: Pupilas dilatadas, elevación de la temperatura corporal, ritmo cardiaco y presión sanguínea. Pero su efecto en la mente, es otra historia. Un trip podría llevar al usuario al cielo… o al infierno. Aquellos que toman LSD se ponen a la voluntad de laboratorios y químicos ilegales, pero algunos están dispuestos a correr el riesgo, incluso a cometer delitos por aquello a lo que llaman “potencial terapéutico”. El Dr. David Nichols, profesor de farmacología en Purdue University, es uno del selecto número de científicos en el mundo con permiso para experimentar con dietilamida de ácido lisérgico, LSD. También posee una licencia para hacerlo. Este LSD puro le ha ayudado a Nichols a estudiar los efectos de esta estructura molecular en el cerebro. “Creemos que activa ciertos receptores cerebrales conocidos como ‘receptores de serotonina 2A’ (5-HT-2a), ese receptor está localizado en células de la corteza frontal.

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